«Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo... Jacob dijo: Todo lo que hay aquí es mío...»
Es raro y agradable encontrar a alguien que declara tener bastante, pues la gran mayoría están anhelando más. Aquí tenemos a dos personas que estaban contentas; dos hermanos de posición muy diferente, pero ambos dicen «tengo bastante». ¿Dónde encontraremos hermanos como ellos?
I. TENEMOS AQUÍ A UN HOMBRE PROFANO QUE TENÍA BASTANTE.
1. No porque Esaú tenía otras faltas había de estar descontento y ser ambicioso. El contentamiento es una cualidad moral, del mismo modo que es también, a veces, una gracia espiritual.
2. Sin embargo, esto tiene su lado malo:
* Tiende a fomentar cierto desprecio por las riquezas espirituales.
* Puede ser una señal de que la tal persona tiene su parte en esta vida.
II. AQUÍ VEMOS A UN HOMBRE PIADOSO QUE TIENE BASTANTE.
1. Es una lástima que esto no sea cierto con todos los cristianos.
* Algunos parecen muy ansiosos por las cosas del mundo, aunque profesan estar separados de él.
2. Es magnífico tener bastante. El contentamiento sobrepasa a todas las riquezas.
3. Es agradable tener algo que dar a los pobres; y éste debería ser el objetivo de nuestras labores (Ef 4:28).
4. Pero lo mejor de todo es tener todas las cosas.
En la versión española leemos que Jacob dijo: «Yo tengo todas las cosas». «Todo es vuestro» (1ª Cor. 3:22).
Una creyente que estaba desayunando con un mendrugo de pan y un vaso de agua exclamó: « ¡Qué importa! Tengo todo esto y también a Cristo ». Un predicador puritano, al dar gracias sobre un plato de patatas y un arenque, dijo: «Señor, te doy gracias que has puesto en operación el mar y la tierra para alimentar a uno de tus hijos». - Máximas para meditación.
¿No está contenta la abeja con el polen de la flor, o el buey que pace en las montañas?... El descontento roba al hombre la facultad de gozar lo que posee. Una gota o dos de vinagre amargan todo un vaso de vino.